Gemma G

Mis pocas actualizaciones esta semana se deben a que estoy trabajando en los próximos reportajes que intentaré subir esta semana. Ahora mismo estoy trabajando en tres, pero ultimando dos. Uno de ellos es sobre las protecciones en el sexo lésbico. Para ello me he puesto en contacto con diferentes colectivos de lesbianas de toda España, con activistas que se encuentran trabajando en estos momentos en políticas lésbicas y con diferentes sexólogos que me hablaran de los riesgos y las posibles enfermedades que se puedan llegar a contraer si no se practica un sexo lésbico seguro.



Por otra parte, estoy trabajando en el lenguaje del mundo del porno. Esos vocablos que son tan desconocidos por la mayoría de la gente y que forman la cultura de la industria del porno. Intentaré acercar al lector términos como el bukkake, el gang bang o el Met-Art. Y para ello he pedido la opinión de actores y directores del porno para que me digan qué piensan al respecto de este desconocimiento del lenguaje del porno. Además os recomiendo un libro que también dedica un capítulo de su libro a dar a conocer parte del vocabulario de esta cultura pornográfica. Se trata de “Porno para Mujeres” de Erika Lust, toda una guía femenina para entender y aprender a disfrutar del cine X desde el principio.



Por otro lado, además de estar trabajando en estos reportajes, también estamos trabajando en el diseño de mi nuevo nombre artístico, Gemma G, tal y como habéis querido todos vosotros a través de la encuesta que os puse hace unas semanas. Pronto tendremos el diseño y será la nueva cabecera del blog. Y a partir de ahí empezaremos a hacer camisetas con los dos logos, tanto el de Gemma G como el de Sex Secrets.
Mientras llega ese momento, ya sabéis que tenéis que hacer. Practicar sexo, romper tabúes y no avergonzaros.

Muchas gracias por vuestro apoyo. Nos vemos pronto!


Gemma G

Solidaridad femenina

Pilar Alamá, “Qué donante dona a cada receptora es el secreto mejor guardado de las clínicas de Reproducción”

Las clínicas de reproducción asistida cada vez tienes más pacientes en sus salas de espera. Si hace unos años las mujeres eran bastante reticentes a donar sus óvulos para que otras familias pudiesen completar su felicidad con la llegada de un hijo, en la actualidad, cada vez son más las que deciden donar sus óvulos. Pilar Alamá, coordinadora médica del departamento de ovodonación en el IVI de Valencia, nos desvela, a lo largo de esta entrevista, algunas de las incógnitas sobre el proceso de la donación de óvulos.


España es uno de los países con mayor tasa de donaciones. Una práctica que se inició a finales de los 80 con el descubrimiento de que los espermatozoides se podían congelar, y que permite el nacimiento de cientos de niños cada año. Pero ¿En qué consiste exactamente esta técnica?
La donación de ovocitos es aquella técnica de reproducción asistida en la cual el gameto femenino es aportado por una mujer distinta de la que recibirá éste o el embrión resultante. El principal objetivo es poder conseguir que aquellas mujeres que no tengan una adecuada función ovárica, bien por edad o por alguna enfermedad, puedan conseguir un embarazo y poder tener el hijo deseado.
Esta iniciativa, ¿es dinero fácil para las donantes?, ¿Cuánto se llega a pagar al paciente por la donación?

La donación de óvulos conlleva la realización de una estimulación ovárica que implica la aplicación de un tratamiento durante 8-10 días, una serie de visitas a la clínica en un periodo breve de tiempo, así como un procedimiento quirúrgico. Las molestias ocasionadas y las visitas efectuadas a la clínica, son los motivos por los que las donantes reciben una compensación económica regulada por la Ley Española de Reproducción Asistida y la Sociedad Española de Fertilidad. .La cuantía es de 900 euros.
Mientras que algunos países como Chile no existe ninguna ley al respecto, en España hay un nuevo decreto ley que limita el número de veces que una donante puede donar, ¿Qué piensa al respecto sobre esta novedad?

Bueno, con el decreto anterior también había limitación para las donaciones, ya que había un máximo de recién nacidos que podía tener una misma donante. Con el nuevo decreto se pretende controlar las estimulaciones que hace una donante mediante la creación de un registro nacional de donaciones.


¿Qué características tiene que tener una donante de óvulos, y en concreto, sus óvulos?
Las características de las donantes es que son mujeres sanas en todos los sentidos (físico y mental) y jóvenes. Es decir, los requisitos, son mujeres entre 18-35 años, sin antecedentes familiares ni personales de interés.


¿Se donan los suficientes óvulos o faltan donantes?

Como hemos ido comentando, el control del número de ciclos de las donantes, así como el aumento de los ciclos de donación de óvulos (por aumento de las indicaciones y por sus excelentes resultados) hace que se necesiten continuamente un buen número de donantes. Además, el hecho de que una mujer quiera ser donante no implica que lo pueda ser, ya que deben de pasar diferentes pruebas analíticas, psicológicas e incluso biológicas por lo que siempre faltan donantes.


¿Cuáles son los peligros de donar óvulos?

Prácticamente ninguno. El proceso es generalmente bien tolerado y solo excepcionalmente conlleva algún riesgo como el síndrome de hiperestimulación ovárica, que consiste en una respuesta exagerada al tratamiento.

Otros riesgos también descritos, como la infección, el hemoperitoneo o la torsión ovárica ocurren de manera excepcional. De todas maneras, se personaliza el tratamiento y se vigila de manera periódica a la donante para minimizar cualquier riesgo.


¿Cuál es la frecuencia adecuada para donar?

Desde el punto de vista médico, se puede donar en cualquier momento, pero nosotros aconsejamos que pasen tres meses entre cada donación.


Existen varios vídeos en los cuales se explica claramente cuáles son los procedimientos a seguir por las pacientes, pero usted como profesional, ¿podría explicar el tratamiento de las pacientes y cuánto dura aproximadamente todo el proceso?

Mientras las donantes están con el tratamiento de estimulación ovárica, las receptoras reciben un tratamiento con estrógenos para preparar el útero para que cuando se transfieran (acto mediante el cual se introducen dentro del útero los embriones resultantes) los embriones, pueda quedar embarazada. En general todo el proceso de donación dura entre 10 y 20 días, dependiendo del tipo de tratamiento empleado.


¿Se pueden tener relaciones sexuales mientras dura el proceso de donación de óvulos?

Durante la estimulación ovárica se recomienda no mantener relaciones sexuales. Desde la punción folicular hasta la nueva menstruación se les prohíbe mantener relaciones sexuales por el riesgo de gestación múltiple como por el riesgo de torsión ovárica.



¿Cuál es el perfil de las donantes? ¿Y cómo ha evolucionado el número de donantes?

El perfil de las donantes son mujeres más bien jóvenes, (la edad media es de 26 años) y aproximadamente el 50% tienen hijos. El 95% aproximadamente han nacido en España y el 5% restante son nacidas en algún país europeo o africano. El número de personas interesadas en donar se mantiene constante en los últimos años.


¿Y el perfil de las demandantes?, ¿Cómo ha evolucionado también el número?


El perfil de las receptoras es más dispar. Hay pacientes nacionales y pacientes internacionales que acuden de todos los continentes. La edad también es más dispar, las hay menores de 35 años, pero la mayoría son alrededor de los 40 años.



¿De qué manera se dan a conocer ustedes como clínica?


En nuestra clínica nos damos a conocer por Internet, a través de campañas publicitarias periódicas, y sobre todo a través del boca a boca de las propias donantes, que viven esta experiencia como muy satisfactoria.


¿Falta información en la sociedad sobre la donación de óvulos?

La donación de óvulos se incluye dentro de las técnicas de reproducción asistida, y de manera general a no ser que estés en contacto con parejas con problemas de reproducción, desconocen la técnica y lo que implica.



España es uno de los países con mayor tasa de donaciones…

En primer lugar porque en España existe legislación y está permitida la donación de óvulos, a diferencia de otros países de la Unión Europea, en los que está prohibido. Además, hay que tener en cuenta que en España la donación de gametos es anónima, por lo tanto ninguna receptora puede exigir nada a ninguna donante (desde el punto de visto de responsabilidad económica o moral) y desde el punto de vista de la receptora, no existe la obligación de informar sobre la procedencia de los ovocitos.


¿Qué se esconde detrás de las donantes?, ¿Falta de dinero, altruismo?


De todo un poco, muchas tienen familiares que se han sometido a técnicas de reproducción y eso las sensibiliza.


En el Reino Unido han sacado una nueva ley en la que tanto los hijos como la receptora pueden conocer a la donante, pero esto en España todavía no ocurre.

Exacto. En España afortunadamente no es así. Pensamos que el hecho de que se conozcan puede generar problemas de responsabilidad.


Entonces, ¿No se puede dar el caso en el que la donante conozca en algún momento la identidad de 
hijos nacidos por reproducción asistida?

En España no. Qué donante dona a cada receptora es el secreto mejor guardado de las clínicas de Reproducción. Lo único que puede pasar, es que por algún motivo de salud, necesitemos contactar o bien con la donante o con la receptora, pero siempre a través de la clínica de reproducción.


Y por último, ¿Cuáles son los aspectos positivos de la donación?
Sin duda el fin por el que se pensó, poder ayudar a todas esas mujeres a conseguir la maternidad deseada.


SOBRE PILAR ALAMÁ
Nació en Llíria en 1977. Estudió Medicina en la Universidad de Valencia desde 1995-2001.
En 2002 inició la residencia en ginecología y Obstetricia en el Hospital Dr Peset hasta el 2006.
Tras finalizar la residencia, empezó a trabajar en el IVI. Desde hace 3 años, trabaja en el departamento
de donación de óvulos y es la coordinadora médica del departamento de OVODONACIÓN.

Audio entrevista a Gemma G en Letras en Vena

Vídeo en Youtube de fragmentos de mi entrevista en Letras en Vena por Vanessa Díez.



También puedes descargar gratis la entrevista completa en audio para escucharla en tu ordenador cuando quieras en el enlace http://www.fileserve.com/file/T9ZmAkX

Entrevistas entre amigos

Radio Jove Elx. Un lugar donde he aprendido, me he reído como la que más y he conocido a gente increíble.
Ayer por la tarde tuve la oportunidad de reecontrarme con mis compis del programa de sexo Zona Psicosexual en el que participo desde hace un tiempo colaborando en la sección de preguntar a la gente de la calle cosas sobre sexo, y que al final de este post os pondré una serie de enlaces para que los podáis escuchar.

Adrián Morales, presentador de Radiomatch en Radio Jove y compi de radio, me propuso hace unas semanas asistir como invitada a su programa. Y ayer tuve la oportunidad de asistir. Una entrevista agradable, en la que se hizo bastante hincapié en el lado porno de mi blog. La mitad de la entrevista la podéis ver en vídeo, pero la colgaré también entera en audio.

Una que vez que estaba allí, el programa que se emitía al terminar Radiomatch, es Letras en Vena, un programa presentado por Vanessa Díez, amiga y compañera de Zona Psicosexual. Así que fue todo un placer asistir como invitada también a su programa junto a un nuevo descubrimiento para mí de relatos eróticos, David Reche. Una agradable entrevista en la que David habó de su libro Relatos improbables de la ciudad antropomorfa y pudimos intercambiar opiniones en una agradable y divertida conversación entre amigos.

Sin duda, una tarde entre amigos. Y este, mi momento de agradecerles a los, tanto a Adrián como a Vanessa por su confianza en mí y por haberme invitado a participar en sus respectivos programas. Todo un halago para mí.

Y como os he confirmado, aquí os dejo unos links para que os podáis descargar algunos programas de Zona Psicosexual.

A las chicas no nos importa, ¿y a tí?

El tamaño importa, y mucho, pero no se a quién importa más, si a los hombres o a las mujeres. Una de las cosas en las que las mujeres coinciden es que lo que más deserotiza a un hombre con un pene pequeño no es tanto el tamaño, sino la inseguridad que transmite al considerarlo un problema y la actitud acomplejada y poco seductora.


Sin embargo, es mucho más erótico para una mujer estar con un hombre de pene pequeño que se siente seguro de cómo tratarla en la cama, y que usa todos sus recursos para seducirla, excitarla y acompañarla en su placer, que no con un chico que tiene el pene grande pero que no saber qué hacer con él o que es brusco y poco sensible.

La sociedad afecta demasiado psicológicamente y todavía son muchos los hombres que se sienten mal con ellos mismos debido al tamaño de su pene. Pero... ¿El tamaño importa de verdad? Todas hemos oído alguna vez la frase aquella de "larga y tontorrona o pequeña y juguetona" ... y por algo será.

Durante mucho tiempo se ha repetido hasta la saciedad que el tamaño no importa, que lo fundamental es cómo sepa jugar su papel, pero... ¿Has qué punto es esto cierto?

Hombres y mujeres han sabido siempre que el tamaño del pene era importante en las relaciones sexuales que implicaban el coito vaginal. Fue a partir del segundo movimiento feminista cuando se cuestionó esta certeza subjetiva de la población.

Hubo un interés en reducir la importancia del pene en las relaciones sexuales, para evitar la posición de sumisión femenina en las relaciones sexuales y porque el orgasmo femenino no depende tanto del pene, ni de la vagina, sino del estímulo del clítoris. Así, en una acertada política por hacer que las relaciones sexuales fueran menos coitocéntricas, se extendió el bulo de que el tamaño del pene no importaba en las relaciones sexuales.

Es falso. El tamaño del pene importa en el coito. Aunque hay que decir que importa más su grosor que su longitud. Aquí surge el desacuerdo entre los hombres y las mujeres. Porque mientras ellos eligen “tenerla más larga”, ellas prefieren que “lo tengan más grueso”.

La cuestión es que cada hombre debe sacar provecho a lo que tiene, y no todo en un coito es "tenerla grande", sino saber que nos gusta realmente a las mujeres.

Para los hombres es una cuestión exclusivamente estética. Cuanto mayor longitud tenga el llamado miembro viril, mayor preeminencia tendría el macho en el grupo. Porque para ellos, desde un punto de vista erótico, tener el pene más grande o más pequeño no le añade o quita satisfacción sexual, y a la mujer, probablemente tampoco. Todos los extremos son malos, y las chicas queremos algo normal, que nos haga disfrutar.

Para las mujeres es una cuestión práctica, además de estética. Es verdad que se ve muy bien un pene grande, y resulta más excitante. Pero se siente mejor un pene grueso. Esa es la razón por la que las mujeres prefieren penes anchos. En el coito les gusta sentirse llenas, y eso lo consiguen mejor los penes gruesos, no los largos.


Este hecho se puede comparar perfectamente con los pechos de una mujer. Los chicos son muy psicológicos, y al igual que se sienten como auténticos dioses cuando funcionan bien, se sienten inútiles cuando algo no les cuadra. Por esto, aquí juega un papel importantísimo la autoestima, la confianza en uno mismo, el saber que lo que haces está bien.

En estos temas, la sociedad puede llegar a hacer mucho daño. Ya que desde bien jóvenes, se les mete la idea a las niñas de que sin tetas no son sexys o no van a ligar de la misma manera, de tal manera que consiguen un gran complejo entre estas chicas.
En el caso de los chicos, tener un pene pequeño es motivo de burla y mofa, cuando nos puede hacer disfrutar igual o más que uno largo. El tamaño importa, pero no lo es todo en una relación sexual.

En el coito, a las mujeres les gusta sentir la fricción del pene en la vagina, y eso lo consiguen mejor los penes gruesos. En el coito, las mujeres prefieren las posturas que faciliten el estímulo del clítoris, y eso se consigue mejor con un pene corto, sea grueso o fino, que con otro más largo, porque la vagina excitada suele medir no más de catorce centímetros, lo que significa que todo lo que pase de ahí obstaculiza la fricción del clítoris con el pubis masculino.

Verdades y mentiras sobre la importancia del tamaño


En el coito, y de esto no son conscientes las mujeres, los penes gruesos producen una distensión mayor de las paredes vaginales y eso, los científicos han descubierto que propicia una mayor humedad de la vagina y del clítoris (mayor erección y sensibilidad), lo que favorece una mayor sensibilidad erótica.

Por tanto, cuando la pareja de una tiene el pene pequeño (“oficialmente” se consideran pequeños los penes de menos de 12 centímetros de longitud en erección) o delgado, debe orientar su actividad de forma que la mujer reciba el mejor estímulo posible en la vagina.

Las mejores poses para practicar el sexo con un micro pene son las laterales o bien aquellas en las que ambos están boca abajo:

El Elefante: esta postura es ideal para estimular las paredes frontales de la vagina y el punto G. Además, la mujer puede abrir las piernas para facilitar la penetración o apretar los muslos para sentir el pene en la vagina.

Somnolienta: una postura muy excitante para la mujer, ya que el hombre accede desde atrás al cuello y al pecho de ella. Es una postura muy sensual para ambos en la que la penetración se hace desde atrás.
Y es que son muchos los chicos que funcionan perfectamente en la cama y no tienen un pene grande, precisamente. Hay que saber funcionar.

Y, sobre todo, pensar en actividades sexuales alternativas que pueden satisfacer por igual a los dos miembros de la pareja.

Los penes pequeños son excelentes para practicar sexo oral, ya que penetran mas fácilmente, brindándote la posibilidad de tener un pene completo en tu boca.Podrás jugar con el como nunca lo imaginaste sin sentir molestias en la mandíbula y boca a los pocos minutos.

Aunque no lo creas un pene pequeño tiene ventajas con respecto a un pene grande, los micropenes son ideales para practicar sexo anal, no resultan tan intimidatorios y penetran mejor.

Pero lo más importante es quitarse los complejos que la sociedad nos ha impuesto, cada uno es único y diferente, tenga el pene largo o corto, o tenga los pechos grandes o pequeños. Cada uno tiene que hacerse valorar, tener confianza en un mismo y sacar provecho a lo que se tiene. Lo demás... viene rodado.

Donar óvulos; generosidad retribuida

Judith Martínez coge el metro desde su piso de Valencia para dirigirse al IVI y empezar el tratamiento necesario para donar óvulos. Dos veces al año realiza esta operación que además de permitirle ayudar a mujeres que no pueden tener hijos, la clínica le paga por ello. Tenía 23 años cuando donó por primera vez tras aconsejarle esta agradable experiencia una de sus amigas. Pero lo que empezó siendo puro altruismo se ha convertido en una manera de sobrevivir y poder llegar a fin de mes.

Actualmente llegan a ser tan graves las consecuencias de la actual crisis económica que son muchas las personas como Judith que optan como recurso para obtener dinero fácil, la donación de gametos.Actualmente este es el único procedimiento mediante el cual por donar obtienes una retribución, ya que en la donación de sangre o plasma no existe compensación económica.

Se encuentra en 4º de carrera, pero Judith no dispone ni de beca ni de un salario mensual, puesto que se ha quedado sin trabajo como consecuencia de la crisis económica. Para más inri, pertenece a una familia numerosa y sus padres no se pueden permitir pagarle la carrera y el alquiler del piso. Es por esto por lo que dos veces al año, se ofrece para donar óvulos. Como ella, son muchas las chicas que recurren a la donación para poder sobrevivir al día a día.



La mayoría de las mujeres que pidieron información el año 2008 y hasta mayo de 2009 lo hacían por motivos económicos; así lo ha revelado un estudio elaborado por la clínica Fertilab.

Pero la fertilidad también llega a ser un gran problema. Las cifras son impactantes: cada vez existen más problemas de fertilidad. Tanto es así, que una de cada cuatro parejas tiene dificultades para concebir y una de cada cinco mujeres necesitará el óvulo de otra para tener un hijo. En España, miles de jóvenes donan sus ovocitos, ya sea por dinero o por solidaridad. Una práctica que permite el nacimiento de cientos de niños cada año.

Judith sabe perfectamente lo que significa ser madre. Es la mayor de siete hermanos, hecho que le ha llevado a madurar más rápido de lo habitual para ayudar a su madre con la educación de sus hermanos. Ahora sigue ayudando, pero lo hace a aquellas mujeres que no tienen la posibilidad de tener hijos.
Chicas jóvenes, solteras y con estudios medios o altos
Según un estudio realizado hace dos años por el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) de Sevilla. “La media es de 25 años, solteras y con estudios medios o altos y, en general, de la rama sanitaria“, comentó Manuel Fernández, director de este centro.
Judith Martínez se ajusta a este perfil. Estudia Psicología en la universidad de Valencia, está soltera y a sus 25 años es la sexta vez que dona óvulos. Donó por primera vez a los 23 años y desde entonces ha donado dos veces por año, lo más recomendable según marcan los especialistas. Dentro de muy poco esta sexta vez será la última para muchas chicas debido a que “en brevísimo va a salir un nuevo decreto que limita a seis el número de veces que una donante puede donar. Se prefiere que donen muchas chicas jóvenes y evitar que una misma donante repita. Todo esto hasta cierto punto, puesto que no es que haya en absoluto el más mínimo riesgo, pero quizás es mejor tener una diversificación”, ha argumentado el doctor Xavier Nadal, coordinador de la unidad de reproducción asistida del centro médico Teknon. Destacar que esta ley solo afectará desde el momento en el que se apruebe la ley, por lo que a Judith aunque haya donado seis veces, no le afectaría.
Donar óvulos no es tan fácil ya que antes de hacerlo Judith debe tomar hormonas durante un mes para crear más óvulos de lo normal y luego debe someterse a su extracción con anestesia general. Un proceso que dura unos 10-15 minutos y para el cual Judith tiene que estar sedada. “Quizás lo más complicado sea el tratamiento anterior debido a que te tienes que estar pinchando todos los días, pero es un esfuerzo que merece la pena” afirma Judith.

Riesgos
Hay que tener en cuenta los riesgos a los que se somete una mujer que dona ovocitos. Judith pierde cada vez que dona un 0.5 % de su fertilidad. “La cantidad que nos pagan es justa o incluso un poco baja, porque no es un gran esfuerzo el que hacemos, pero sí que nos arriesgamos perdiendo parte de nuestra fertilidad”.
No obstante, la donación de óvulos es un acto positivo que beneficia a ambas partes: a la donante y a la receptora. Por un lado, las mujeres con problemas de fertilidad ven realizado su tan anhelado sueño de ser madres. Por otro, las mujeres donantes de óvulos se ven beneficiadas porque se les hace un examen físico completo que les permite conocer si su función ovárica es normal, además de descartar enfermedades hereditarias, de transmisión sexual, etc.
Por lo tanto, como primer paso, se realizarán dos entrevistas personales. La primera entrevista a modo informativo donde se le explica todo el tratamiento con sus pros y sus contras; y la segunda entrevista es donde se le abre su historia clínica y se firman los consentimientos informados, además de tener una entrevista con un psicólogo. Tras la segunda entrevista, se la cita para una visita con un ginecólogo del centro y de esa manera poder realizarle todos los exámenes físicos necesarios. Una vez comprobado que todas las pruebas han salido correctas y que reúne todos los requisitos, se admite a la mujer como donante de óvulos. El tratamiento se puede leer detenidamente aquí.
Beneficios
La donación de óvulos también aporta otros beneficios a la donante tales como la satisfacción de saber que se ayuda a otra mujer a cumplir el sueño de ser madre, lo que conlleva a sentirse bien con uno mismo, así como una compensación económica por el tratamiento al que se ha visto sometida. Un proceso fácil y con poco dolor, ya que según afirma Judith “el malestar se puede comparar con un dolor de regla fuerte, es un poco molesto, pero se puede aguantar fácilmente”. Además, los centros ya se encargan de que donante y receptora se parezcan en cuanto a color de piel, de ojos, peso, estatura… de tal manera que se consiga que el niño se parezca a la madre.
Los requisitos para ser donante de óvulos son bastante exigentes, “una buena candidata para nosotros, es aquella mayor de edad y menor de 30 años (aunque la ley permita hasta los 35), que presente un buen estado de salud y no padezca ninguna enfermedad hereditaria como la fibrosis quística, ni infecciones por el VIH, Hepatitis B o C, herpes, sífilis, chlamydias, citomegalovirus, rubéola o toxoplasmosis”, informa Luisa Cuesta, embrióloga CIRA Las Palmas.
Es por ello por lo que a la donante de óvulos se le realiza un completo análisis hormonal y exploración ginecológica para confirmar que goza de un buen estado de salud reproductivo.
No sólo es por el dinero
Pero a pesar de la crisis, la combinación de ambos factores (dinero y altruismo) suele estar detrás de las donaciones. Aunque la balanza se decline cada vez más por el dinero, “el 85% lo hace por los dos motivos”, afirma Fernández.
Para Judith es un poco de todo. Ha recibido 900 euros por cada extracción. La primera vez que donó óvulos se encontraba trabajando por lo que su principal motivo para donar no era el dinero. “Me pareció una buena idea poder ayudar a mujeres que no pueden tener hijos”. Pero a partir de aquí y debido a que Judith se quedó sin trabajo y estaba estudiando, las últimas cinco veces que ha donado ha sido por la recompensa, “Con el poco dinero que me da mi familia no me da para comer y para pagar el alquiler, y con este dinero puedo vivir unos meses”.
Una ilusión. Ser madre. Todas hemos jugado a mamás y a papás, nos hemos peleado siempre por ser la mamá, hemos debatido con las amigas cuantos hijos queríamos y qué nombres les íbamos a poner, hemos pensado a qué edad tendríamos nuestro primer hijo, nos hemos imaginado cómo sería… pero hay veces que la vida te impide cumplir todos tus sueños, y existen muchas mujeres que no pueden cumplir el sueño de ser madres. Tú podrías ser una de ellas. O tu mejor amiga. O tu hermana. Una donación puede hacer feliz a una familia entera. Y Judith ha cumplido el sueño de seis familias.

Saborea el sexo

Nuestra lengua tiene 10.000 papilas gustativas y, al estimularlas, el cerebro recibe señales en su centro del placer. El gusto y el sexo van de la mano porque ambos activan la parte del sistema nervioso que controla la relajación. Al hacer el amor el gusto es uno de los sentidos clave.

Así que para asegurarte una noche de placer, qué mejor manera para empezar que por el paladar, y no necesariamente tenemos porque cocinar, ya que algunos afrodisíacos como el chocolate están listos para servir. Lo mejor es tenerlo cerca de la cama. Por ejemplo, en forma de perlas. Al comer dulces se libera serotonina, lo cual induce emociones agradables.



Pero está claro que a todas nos gusta impresionar a nuestra pareja, así que nada mejor que prepararles una receta afrodisíaca para entonarse. Y con una simple sopita, lo podemos conseguir, así que apuntar:
Ponéis medio litro de agua, con sal y aceite al gusto, le metéis unas cuantas hojas de menta, 200 gramos de champiñones y una cucharada sopera de polvo de jengibre. Todo un éxito debido a que todos los ingredientes que lleva la sopa son potenciadores sexuales.

Y para las que queráis probar más remedios caseros podéis:

Hervir 20 minutos en un litro de agua las pieles de dos naranjas y un limón, añadir 3 cucharadas de lúpulo y lo dejamos tres minutos que hierva, apagamos el fuego, y lo mezclamos con miel. Una vez hecho esto lo dejamos que se enfríe. Se recomienda beberlo tres veces al día.

Una vez entonados, el postre nos lo llevamos a la cama. Existen muchas frutas deliciosas que no comemos con frecuencia, y ya no son las típicas fresas: el maracuyá, el caqui, el mango, la granada… Son más carnosas (y más evocadoras del sexo) y enrojecerán vuestros labios de forma seductora.
Una vez os habéis comido el postre, mordisqueaos el uno al otro los lóbulos de las orejas y los labios.

Percibid la diferencia entre las partes del cuerpo: por ejemplo, la cara interna del brazo es salada y la parte baja de la espalda es más dulce... pero si queréis ser malas, malas con ellos, aplicaros un poco de brillo labial con sabor sobre los pezones y preguntarle a vuestra pareja a qué sabe al hacer el amor. Y es que… ¿Sabíais que podéis tener un orgasmo desde los pezones?

Pero atención chicas, no os pongáis perfume en zonas en las que esperáis ser lamidas. Incluso las esencias más deliciosas tienen un sabor desagradable al hacer el amor. ¿Cuál es un buen sabor para besar? Los hombres dicen que les gusta el sabor del alcohol en el aliento. Así que después de darle un trago a vuestro mojito, plantarle un beso profundo. Pero no os paséis, que el alcohol adormece los sentidos.
Yo por si acaso, os paso algún listado de afrodisíacos que os llevarán al séptimo cielo

Ginkgo Biloba, Canela, Marisco, Guaraná, Mostaza, Azafrán , Cilantro, Sariette, Cistanches, Belladona, Ginseng o Jengibre. Luego por otro lado se encuentran los productos que benefician al cuerpo porque son saludables, lo que significa que al estar sanos, se tiene un mejor sexo. Estos alimentos son:

Lechuga
Hinojo
- Ajo
- Cebolla
También están los afrodisíacos que entran por la mirada debido a su forma fálica:
Plátano
Pepinos
Espárragos
Calabacín
Almejas
Y por supuesto todos los afrodisíacos similares a los órganos genitales:
Fresas
Manzanas rojas
Peras

Y como dato curioso, en otras culturas, uno de los grandes afrodisíacos, es el semen de animal.
Así que.. ¿vosotras que con qué afrodisíaco os quedáis?

¿A quién le duele ahora la cabeza?

Según un estudio a nivel europeo, las mujeres españolas se encuentran satisfechas con su vida sexual a pesar de que tan sólo lo practican una vez a la semana. Pero también es cierto, que un 80% ha confesado que les gustaría practicarlo más.



La encuesta, realizada por la consultora Strategy One con la colaboración de laboratorios Pfizer, recopila información sobre la sexualidad femenina en España, Alemania, Austria, Portugal y Suecia. Se han realizado 2.500 encuestas, 500 en cada país. Todas son mujeres mayores de edad. Siete de cada diez chicas practican el sexo una vez por semana y quieren más. Entonces, ¿eso es estar satisfechas?, ¿ahora a quién le duele la cabeza? Porque por lo que se está viendo en los últimos años, somos las mujeres las que pedimos más sexo del que tenemos. Si bies es cierto que también hay mucha recatada; una de cada cinco se conforma con practicarlo una vez al mes. ¿Puede ser eso cierto? ¿Tan sólo una vez al mes? Si no hay atracción sexual por la pareja… creo yo que algo falla.

Para la presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, Miren Larrazábal, las conclusiones del estudio ponen de manifiesto que "la mujer empieza a despertar, visibilizando su deseo sexual". Hace unas décadas, recuerda, este estaba subordinado al del hombre. "Es muy destacable esa tendencia de mayor proactividad de la mujer respecto al sexo. No sólo buscamos más frecuencia, valoramos como algo muy importante la satisfacción", insiste.

La cuestión es que para muchos, la falta de sexo la achacan a la falta de tiempo, pero yo me pregunto: si se tiene tiempo para comer y para dormir, ¿por qué no para el sexo?

Pero cuando no es la falta de tiempo, es el egocentrismo de la pareja y cuando no, el temido gatillazo. Un sinfín de excusas, ya que el que quiere practicar sexo busca tiempo y lugar como sea.
Pero ese temido gatillazo por muchos hombres lo han sufrido una de cada cuatro mujeres. Los médicos dicen que es normal pero cuando la situación se repite la comunicación es vital para solucionarlo. Y el 59% declara tener vergüenza a la hora de decirle a su pareja qué es lo que les gusta en la cama. Y yo me pregunto, ¿esto es estar satisfechas?, ¿dónde queda el pilar básico de una pareja? La comunicación nunca puede faltar en una pareja, y muchos tienden a evitar la conversación, lo cual sólo trae problemas en la pareja.

Pero yo me vuelvo a preguntar, ¿quién miente?, ¿las encuestas o mis amigos?
Porque después de saber de este estudio, he ido con toda mi poca vergüenza a la gente de mi alrededor preguntando cuantas veces practican sexo a la semana, y muchos de los que se han atrevido a contestarme me han dicho que todos los días lo practican, incluso algunas hasta dos veces al día.

Pero también es cierto que muchas veces no te puedes fiar de esas encuestas, ¿A alguien de vosotros os han hecho alguna entrevista o encuesta de esas que salen en la televisión o en las revistas? Nunca. ¿Siempre preguntan a los mismos? Entonces, a los que practican sexo todos los días… ¿no los llaman nunca para hacerles esa encuesta?

Los besos más excitantes

Y siguiendo con el tema de los sentidos, y más concretamente con el tacto, hoy le toca el turno a los besos, que aunque aparentemente ingenuos, son de lo más eróticos.



Hay toneladas de terminaciones nerviosas en los labios (100 veces más que en la punta de los dedos), que estimulan el deseo. Esta es la razón por la que los besos con lengua, y besarse antes, durante y después del sexo puede ser muy excitante y satisfactorio. Pero una de las primeras preguntas que hay que hacerse sobre este tema es: ¿Sabemos besar? Con diferencia, lo que más puede excitar a una mujer, es un beso. Por eso las mujeres siempre decimos que si un hombre no besa bien, ¡Hay que irse por patas!

Por suerte vivimos en un país de grandes y buenos besadores.
La palabra beso proviene del latín Basium –acción de besar- y besar del latín basiare, tocar algunas cosas con los labios contrayéndolos y dilatándolos suavemente, para manifestar amor, amistad, o reverencia. El beso es la forma más clara de expresar cariño, expresar sentimientos, emociones y pasiones y la boca, según la teoría freudiana, es el primer lugar donde se asienta el deseo sexual.

El número de formas diferentes de besar es innumerable, según el Kamasutra, antiguo texto hindú que trata sobre el comportamiento sexual del hombre, existen 30 formas diferentes de besar: beso palpitante; beso que enciende el amor; beso de recuerdo de la pasión; beso que despierta…
Yo aquí os recojo unos cuantos para que elijáis vuestro preferido.



BESOS EN LA CARA
Son besos de querer dormir a alguien. Besos proteccionistas y tranquilizadores. Besos de amigo y mejor amante. Además, coger la cara suavemente es un gesto que queda muy bien y gusta mucho. Imaginaros por un momento como son los besos de película, siempre se cogen suavemente por la cara, porque es como el beso ideal. Pero un beso en la cara puede querer decir “Vamos a follar”, pero puede querer decir también “¡Te quiero un montón!”. Al fin y al cabo, el amor y el sexo, si vienen juntos como los Reyes Magos, mucho mejor.

BESOS EN EL CUELLO
Más del 97% de las mujeres califican la zona del cuello como intensamente erótica. Una zona que, sinceramente, nos pone a mil. Un hombre no puede no saber como besarnos en el cuello. Nos excita demasiado, es nuestro punto débil, una buena manera de ponernos tontorronas fácilmente. Por esto, es importante saber que hay uno de los dos lados del cuello que es más sensible que el otro, esto suele coincidir con si la persona es zurda o diestra, pero es cuestión de tener clara la técnica para descubrirlo y después poder explotar el recurso.

Para saber cual es el lado "favorito" de tu pareja tienes que poner tus manos en su cintura, mientras le acaricias la piel apoyando suavemente tu mano y le besas en el cuello. Esto hay que hacerlo en los dos lados del cuello. Por lo general, un beso bien dado en el cuello, lo primera que provoca es poner la piel de gallina de la otra persona, de ahí tus manos en su cintura. El lado en el que se le ponga más rápido la piel de gallina, será su lado más sensible. Personalmente creo que ninguna mujer se puede resistir a un beso bien dado en el cuello, tiene que ser un beso apasionado. Los hombres con barba tienen que tener cuidado de no raspar a su chica, no es una buena idea.

BESOS CON LENGUA
Son los besos. Aquí se decide lo que pasará después. Y es cierto. El 40 % de los hombres dicen que realmente los besos con lengua largos son la antesala del sexo. Afortunadamente, un porcentaje de hombres muy pequeño, es el que besa realmente mal. La mayoría son suaves, lentos en su ejecución, meten la lengua en el momento preciso, el ritmo es pausado y respetan ese orden de romper el “morreo” con breves besos tiernos para después seguir con el beso que nos pone cardíacas. El beso obsceno y marrano. Un buen amante sabe discernir en qué momento justo el beso debe ser casto o debe ser libidinoso.


La boca es la parte más móvil del cuerpo y un beso apasionado activa nada menos que 34 músculos mientras que un beso en la mejilla sólo activa doce músculos faciales. A su vez, estudios médicos afirman que un beso apasionado provoca la subida de la presión sanguínea y el pulso se acelera pudiendo llegar hasta 150 pulsaciones, como consecuencia de la liberación de adrenalina.

BESOS CLITORIDIANOS
Anda que no molan los besitos ahí abajo. Puede que os resulte extraño que estén en una clasificación como ésta, pero es que nadie le da demasiada importancia a los besos en el clítoris. Y no sabéis lo mucho, demasiado, que nos gusta. Besar el clítoris con los labios, sin lengua o sólo con la puntita de ésta, leve y tímida, es como una buena escena de una película erótica. Sabes que puede haber más, pero es tan excitante ese momento que probablemente se alcance el orgasmo sólo con esto. Y esto, al fin y al cabo, es el tacto.
Y es en este apartado cuando me viene a la cabeza una frase de Woody Allen: "El sexo sólo es guarro si se hace bien".

SUSURROS AL OÍDO
¿Y qué me decís de esos susurros en el oído? Las palabras son una herramienta eficaz para hacer vibrar a aquél con quien te introduzcas en la cama para disfrutar del sexo. Si se trata de tu pareja, a la mayoría de chicas les excita que les digan cosas bonitas como “te quiero” o “qué guapa eres”. Utilizar vocablos de este estilo para los chicos, también sirve para que alcancen mayor grado de excitación. Sin embargo, ellos apuestan más por palabras un tanto más fuertes, tales como “cómo me pones” o “te haría de todo”.

Si se trata de un encuentro esporádico y, por lo tanto, explota la chispa de la atracción y el deseo, lo mejor para excitarle tanto a él como a ella, son las palabras llenas de erotismo, palabras fuertes.
En lo que nunca hay que caer es en decir palabras que puedan herir al otro, o bien, hacerle sentir incómodo. En un principio, hay que cerciorarse de que la otra persona va a recibir bien lo que le digamos y le va a provocar un aumento de la temperatura corporal.

ESCOGE BIEN LA MÚSICA
Aunque la música no es imprescindible en el acto sexual, también juega un papel importante en el sexo. Y es que no sólo se puede excitar a través de las palabras, sino también a través de la música. Una música relajante (con tono suave) en un ambiente adecuado creará una situación perfecta para disfrutar y no pensar en nada más que en vivir el momento. Si a las caricias se le añaden las palabras adecuadas, los encuentros posiblemente algo satisfactorios para ambos. Simplemente hay que encontrar los vocablos con los que ambos se encuentren a gusto.

UNA MIRADA INTENSA
Al igual que no debéis obsesionaros con el maquillaje, tampoco quiero que lo hagáis con mirar fijamente durante unos segundos específicos, usar el viejo truco de la mirada caída o entrecerrar los ojos cual felina en celo. Cualquier cosa que hagáis siguiendo unos patrones será infiel a vuestra personalidad. El contacto visual sucede a menudo, cada día, en cualquier lugar, pero una conexión real sucede cuando menos te lo esperas.

Así que atrévete a mirar, con la cara lavada o con rimmel, observa cuantos segundos necesites para saber que quieres saltar esa primera barrera establecida. Si te devuelve la mirada, si ves que mira a tu entrecejo con los ojos entreabiertos, atrévete a aprovechar ese primer paso ya establecido que nos regalan nuestros ojos.
Mirar a los ojos fijamente es una de las directrices que nos indica si desestimar o no la idea de acercarnos a esa persona de la que gracias al primer contacto visual queremos saber más. Para las que no sabemos de hipnosis, uno de los trucos para mantener la mirada y que la otra persona note que estamos interesadas en conocerla es mirar al área que hay encima del puente de la nariz, entre los ojos.
Así que ya sabéis, todo es cuestión de practicarlo.

Excítate con los 5 sentidos

Cualquier chica tiene fantasías sexuales. Todas deseamos que nos toquen, que nos huelan, que nos susurren al oído. Es en este aspecto donde los clásicos cinco sentidos, más el sexto que se le adjudica a la mujer, juegan un papel muy importante en el acto sexual, concretamente en los preliminares. Así que sigue leyendo y atrévete a disfrutar del inicio del juego.
Una de las más conocidas frases sobre el amor dice: "cinco sentidos tenemos, cinco sentidos usamos, cinco sentidos perdemos cuando nos enamoramos". Pero en lugar de perderlos al enamorarte, te propongo poner todo el potencial de tus órganos sensoriales al servicio del amor.

Y es que cada vez nos tocamos menos. Nos tocamos muy poco y, aunque los mediterráneos no somos tan estrictos como los sajones, la verdad es que estamos aprendiendo mucho y mal de ellos.
Los estudios demuestran que dar y recibir placer a través del tacto al hacer el amor reduce el estrés, mejora el cociente intelectual y transmite nuestro amor, simpatía y gratitud hacia los demás con tanta eficacia como las expresiones faciales. Afortunadamente la piel tiene miles de terminaciones nerviosas capaces de transmitir y recibir todas esas buenas vibraciones.

Besos, caricias, roces, arrumacos, todo vale. Uno de los sentidos que juega un papel primordial en el acto sexual es el tacto. Y es que de forma consciente, es el sentido más utilizado en el sexo. Hacer el amor con un chico no es solamente el típico mete-saca.
Este acto conlleva muchísimas más cosas y el hecho de que un chico sepa “tocar”, ya nos tiene en el bote. El tacto es, por tanto, el arma definitiva de los chicos y un punto muy grande a su favor. Hay que saber jugar a los preliminares tanto como practicar sexo.
En la mayoría de las personas –no en todas-, son erógenos la zona genital, el periné, el ano, muslos, axilas, cuello, orejas, lengua, labios y en el pecho la zona alrededor de los pezones, incluyéndolos.
Gracias al sexo hemos desarrollado el tacto mucho más de lo que se pueda creer. En unos preliminares o haciendo el amor, no sólo utilizamos las manos para tocar. Hay que aprender a disfrutar de la sensibilidad de las yemas, de los dedos y hasta de la palma. Con un pezón se puede sentir la textura de un cubito, un trozo de piel o el algodón de las sábanas. Si nos lamen o rozan la yema de un dedo, sentiremos un cosquilleo en la columna verebral. Podemos excitarnos con tan sólo rozarnos los brazos. Si friccionamos nuestro clítoris contra una rodilla o un muslo descubriremos una nueva forma de empezar a masturbarnos.

El tacto es el súmmum del erotismo. Según como nos acaricie una persona, nuestra excitación puede despertar y aumentar. En un masaje descubriremos recovecos que nos ponen a cien. Practicando reflexoterapia activamos zonas erógenas. Por ejemplo, en los talones tenemos concentrado el reflejo del área pélvica. Y un poquito más arriba, en el lateral interno del pie, está el punto que refleja la vejiga, relacionada con el punto G de las mujeres, o el de la próstata, punto erógeno de los hombres. Hay pocas ocasiones en las que un buen masaje no lleve a una relación sexual. Si no… ¿de que existían las saunas masaje? No eran listos ni nada los romanos…
Id practicándolo.... que mañana toca hablar de los besos.... clitoridianos!
Gemma Juan Giner

Squirting: Eyaculación Femenina. ¿Mito o exageración?


Gemma Juan







Si ya era misterioso llegar a encontrar el punto G femenino, más lo es llegar a tener o provocar la “eyaculación femenina”. ¿Un mito o una exageración? La eyaculación femenina -que también recibe el nombre de squirting- es todavía un tema tabú en la sociedad. Ya sea por vergüenza, por desconocimiento o por no dar una impresión equivocada, pocas mujeres hablan sobre ese momento. Así que sea un mito o una exageración lo que está claro es que la eyaculación femenina es una gran desconocida para gran parte de la sociedad. ¿A qué se debe este desconocimiento? ¿Por qué parece no interesar demasiado el esclarecimiento de este supuesto mito?

En pleno siglo XXI, y a pesar de los avances científicos, “la sexualidad humana sigue planteando preguntas y desde la sexología no podemos responder a todas ellas”, recalca el sexólogo José Bustamante Bellmunt.

Una de ellas es sin duda la eyaculación femenina. Un fenómeno muy vinculado al punto G y que se coloca en una línea difusa entre el mito, la exageración que aparece en la pornografía y la realidad de muchas mujeres que viven de forma desigual este fenómeno. Y es que como indica David del Bass, productor de la productora cinematográfica “Pecado Adulto”, “el porno enfoca una faceta muy artificial e irreal de la sociedad española con respecto al sexo”.


CONFUSIÓN CON LA ORINA
Aún siguen existiendo muchas conjeturas sobre qué es realmente el squirting. Mucha gente más que verlo como una eyaculación femenina, cree que únicamente se trata de pérdidas de orina, tal vez de ahí venga la poca aceptación y los prejuicios al respecto. Pero más allá de las diferentes teorías que hablan de que simplemente es una lubricación expulsada con fuerza o una sustancia diferente secretada por la uretra, “desde el punto de vista clínico lo que realmente nos interesa es la vivencia que la mujer y su pareja tienen del hecho”, expone Bustamante.

A lo largo de los años, este sexólogo ha visto pasar por su consulta un amplio abanico de mujeres. En relación con la eyaculación, muchas se avergüenzan de lo que ocurre y lo relacionan con “orinarse” o con una excesiva lubricación de la vagina, pero también hay otras que lo viven como una consecuencia lógica del disfrute, incluso hay un tercer grupo que suele obsesionarse porque ellas no lo experimentan y sienten que les falta algo.


UN POCO DE HISTORIA
Para ser un fenómeno tan desconocido, Aristóteles ya hablaba de la existencia de una especie de eyaculación femenina. Pero el motivo inicial que llevó al estudio de la eyaculación femenina fue la idea masculina del sexo. De hecho el propio nombre "eyaculación femenina" habla de tratar de encontrar en la mujer algo que pertenece a la respuesta sexual masculina. Galeno, por ejemplo, hablaba del semen femenino para referirse a este fenómeno.

Es a partir de los estudios del Punto G del doctor Gräfenberg cuando se le da una importancia mayor y algunos investigadores comienzan a interesarse por el tema. Los más destacados G.Mary Jane Sherfrey, Helen Singer Kaplan, Lonnie Barbach, William H. Masters. Este último, junto con Johnson, observó en 1966 la existencia de sustancias lubrificadoras secretadas por la vagina. Más tarde se descubrió que esa sustancia era distinta a la orina y que incluso contenía además de glucosa, fosfatasa ácida prostática, antígeno prostático, urea y creatina.

Pero si hay algo que hoy en día sigue llamando la atención de los sexólogos es la propia vivencia de la paciente, que puede sentirlo como algo impropio o vergonzante y que en muchos casos confunden con orina. El aumento de demandas de este tipo en las consultas, hace que se replantee la curiosidad científica por el tema.

Sin embargo, el principal problema sigue siendo la falta de financiación para este tipo de estudios tan caros. “Para investigar sobre la eyaculación femenina se debería contar con un laboratorio donde una mujer tuviese una eyaculación y nosotros poder medir el tipo de estimulación que ha requerido y la sustancia que segrega”, explica José Bustamante. El resto de estudios que se pueden hacer al respecto son de tipo estadístico, preguntando o entrevistando a mujeres; “pero de esta manera los resultados son más imprecisos”, añade.

Lo que sí se ha estudiado es la parte fisiológica. Se han descrito estructuras que supuestamente estarían relacionadas con ello, como las glándulas de Skene. Estas glándulas uretrales son el origen de la eyaculación femenina, situadas en la vagina y muy cerca del punto G. En el mayor momento de excitación estas glándulas se llenan de líquido que será soltado cuando la pelvis apriete distintos órganos, entre ellos estas glándulas. Este líquido no se parece al típico flujo vaginal, la textura es mucho más líquida, el color es casi transparente, su sabor es distinto y la cantidad es mucho mayor.

Pese a todo lo dicho, la mitología en torno a la eyaculación femenina sigue estando ahí, e incluso profesionales que prefieren no hablar de ello porque consideran que no hay suficientes datos y que los estudios que hay son poco rigurosos. “Desde mi punto de vista, lo más perjudicial en relación al tema, es la pornografía, que utiliza la eyaculación femenina de forma exagerada con mujeres que expulsan líquido como si se tratara de una manguera y que obviamente no es real”, recalca Bustamante. Y es algo que podemos encontrar fácilmente en muchas películas porno, pero no siempre es real lo que se ve. Esto no quiere decir que no exista realmente, únicamente que tal vez no en las cantidades tan espectaculares que se ven en el cine. De hecho, David del Bass afirma que la eyaculación femenina es un tema muy serio que quizás se frivoliza en el porno, “hay ocasiones en las que la eyaculación es cierta y otras en las que la chica se introduce líquido en la vagina y se falsea para hacer el show”. Al fin y al cabo, tal y como dice la actriz porno Yoha Gálvez, “el porno es cine y siempre hay trucos, digan lo que digan”. Y esos trucos muchas veces no deben salir a la luz, ya que como indica la pornostar española, Aris Dark, “los secretos del porno han de seguir siendo secretos y trucos de las actrices porno”.


Diferente en cada mujer
El dicho de que cada persona es un mundo, si sustituimos persona por mujer, podría aplicarse también al caso de la eyaculación femenina. Según muchos expertos la eyaculación suele ser diferente en todas las mujeres. “Muchas disfrutan de su sexualidad, tienen orgasmos estupendos y dicen que no eyaculan”, especifica Bustamante. Ya que unas pueden secretar más líquido que otras, y en algunos casos la cantidad es mínima o incluso inexistente. En este último caso hay que especificar que sí que existe eyaculación, lo que pasa es que no es expulsada a través de la vagina, sino que sigue el camino contrario y se dirige a la vejiga, proceso que se conoce como Eyaculación Retrógada (hacia dentro)

Esto no es en realidad un problema. La disfunción eréctil, la eyaculación precoz, la falta de lubricación, el dolor en el coito, la falta de deseo o la anorgasmia sí son problemas que interfieren en la vivencia de la sexualidad. “Una mujer que no eyacule es sólo un problema cuando le genera pudor o le obsesiona” informa Bustamante.


POCAS AFORTUNADAS

Los sexólogos Rinna Riesenfeld y Luis Perelman piensan que probablemente todas las mujeres tienen la capacidad de eyacular, pero que muy pocas descubren este placer por falta de educación sexual. El potencial existe, pero algunas mujeres se cohíben creyendo que es orina y otras tienen miedo a perder el control, a disfrutar de la sexualidad, a auto-explorarse y conocerse en este terreno, lo que les puede provocar incluso que les cueste llegar al orgasmo.

Si aceptamos la teoría de que la eyaculación femenina es un reflejo de la masculina, ésta aparecerá en el 99% de los casos en los que una chica tenga un orgasmo, lo que no ocurrirá es que sea siempre visible. Algunos investigadores defienden que la variación de cantidad de sustancia y la fuerza con la que se expulsa depende de factores como el tamaño de las glándulas de Skene, la cantidad de lubricación de la mujer o la fuerza de la musculatura vaginal. Lo que está claro, es que la eyaculación no está relacionada con el placer. Otra cosa es el morbo y excitación que puede provocar para ambos, el hecho de segregar tanto líquido.

Yoha Gálvez empezó a experimentar con su cuerpo hace un año porque veía imposible que las mujeres pudieran eyacular. Así que se puso manos a la obra. Empezó a explorarse, a masturbarse, y se dio cuenta que sí que podía llegar a eyacular. “las mujeres tenemos el punto G más cerca de lo que pensamos”. Afirma que los orgasmos son más intensos y que se disfruta muchísimo más.


ESTIMULACIÓN DEL PUNTO G
¿Y cómo podemos conseguir la eyaculación? Como se ha dicho antes se trata de controlar algunas de las principales técnicas de estimulación de nuestro punto más erógeno, el G, para que el proceso siga su curso natural. También podemos estimular nuestro punto G bien sirviéndonos de juguetes sexuales -hay cremas estimulantes para el punto G y muchos vibradores que son curvos en su extremo- o bien a través de nuestros propios dedos. Tú eliges.

El primer paso es introducir suavemente dos de tus dedos -el anular y el corazón- dentro de la vagina. Hazlo inclinados ligeramente hacia arriba, dejando que tu mano adopte la forma de un gancho o una "U". Una vez dentro debes realizar un movimiento de adelante a atrás, como si estuvieras ejercitando los dedos o llamando a alguien. Repite el movimiento de forma regular y continuada, sin parar. Llegado el momento podrás sentir una sensación como si tuvieras ganas de orinar. No te preocupes, no se va a dar el caso, así que no pares y sigue realizando el movimiento. Esa sensación es consecuencia de la presión de la pelvis sobre las glándulas de Skene. Una vez que sientas esa sensación como de orinar de la que antes hablábamos quiere decir que el proceso se ha desencadenado y que en breves momentos alcanzarás la eyaculación. Si no quieres manchar las sábanas -la cantidad que se eyacula, como hemos dicho, varía de mujer a mujer- coloca algo que absorba el líquido.

Para Aris Dark “la eyaculación femenina es el súmmum de un buen orgasmo. Es como tener siete orgasmos en uno. Todo tu cuerpo se sensibiliza, empiezas a temblar y ahí es cuando todo el líquido de tu cuerpo sale. Te relajas tanto que sale todo lo que llevas dentro. Es un punto de cavidad rugosa, justo a la entrada de la vagina, que hay que presionar, no rozarlo, sino presionarlo constantemente sin cambiar el ritmo”.
Un mito o una exageración, pero la eyaculación femenina es un fenómento que todas podemos disfrutar. Sólo es cuestión de práctica y de autoexploración.

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