Y siguiendo con el tema de los sentidos, y más concretamente con el tacto, hoy le toca el turno a
los besos, que aunque aparentemente ingenuos, son de lo más eróticos.
Hay toneladas de terminaciones nerviosas en los labios (100 veces más que en la punta de los dedos), que estimulan el deseo. Esta es la razón por la que los besos con lengua, y besarse antes, durante y después del sexo puede ser muy excitante y satisfactorio. Pero una de las primeras preguntas que hay que hacerse sobre este tema es:
¿Sabemos besar? Con diferencia, lo que más puede excitar a una mujer, es un beso. Por eso las mujeres siempre decimos que si un hombre no besa bien, ¡Hay que irse por patas!
Por suerte vivimos en un país de grandes y buenos besadores.
La palabra beso proviene del latín Basium –acción de besar- y besar del latín basiare, tocar algunas cosas con los labios contrayéndolos y dilatándolos suavemente, para manifestar amor, amistad, o reverencia. El beso es la forma más clara de expresar cariño, expresar sentimientos, emociones y pasiones y la boca, según la teoría freudiana, es el primer lugar donde se asienta el deseo sexual.
El número de formas diferentes de besar es innumerable, según el Kamasutra, antiguo texto hindú que trata sobre el comportamiento sexual del hombre, existen 30 formas diferentes de besar: beso palpitante; beso que enciende el amor; beso de recuerdo de la pasión; beso que despierta…
Yo aquí os recojo unos cuantos para que elijáis vuestro preferido.
BESOS EN LA CARA
Son besos de querer dormir a alguien. Besos proteccionistas y tranquilizadores. Besos de amigo y mejor amante. Además, coger la cara suavemente es un gesto que queda muy bien y gusta mucho. Imaginaros por un momento como son los besos de película, siempre se cogen suavemente por la cara, porque es como el beso ideal. Pero un beso en la cara puede querer decir “Vamos a follar”, pero puede querer decir también “¡Te quiero un montón!”. Al fin y al cabo, el amor y el sexo, si vienen juntos como los Reyes Magos, mucho mejor.
BESOS EN EL CUELLO
Más del 97% de las mujeres califican la zona del cuello como intensamente erótica. Una zona que, sinceramente, nos pone a mil. Un hombre no puede no saber como besarnos en el cuello. Nos excita demasiado, es nuestro punto débil, una buena manera de ponernos tontorronas fácilmente. Por esto, es importante saber que hay uno de los dos lados del cuello que es más sensible que el otro, esto suele coincidir con si la persona es zurda o diestra, pero es cuestión de tener clara la técnica para descubrirlo y después poder explotar el recurso.
Para saber cual es el lado "favorito" de tu pareja tienes que poner tus manos en su cintura, mientras le acaricias la piel apoyando suavemente tu mano y le besas en el cuello. Esto hay que hacerlo en los dos lados del cuello. Por lo general, un beso bien dado en el cuello, lo primera que provoca es poner la piel de gallina de la otra persona, de ahí tus manos en su cintura. El lado en el que se le ponga más rápido la piel de gallina, será su lado más sensible. Personalmente creo que ninguna mujer se puede resistir a un beso bien dado en el cuello, tiene que ser un beso apasionado. Los hombres con barba tienen que tener cuidado de no raspar a su chica, no es una buena idea.
BESOS CON LENGUA
Son los besos. Aquí se decide lo que pasará después. Y es cierto. El 40 % de los hombres dicen que realmente los besos con lengua largos son la antesala del sexo. Afortunadamente, un porcentaje de hombres muy pequeño, es el que besa realmente mal. La mayoría son suaves, lentos en su ejecución, meten la lengua en el momento preciso, el ritmo es pausado y respetan ese orden de romper el “morreo” con breves besos tiernos para después seguir con el beso que nos pone cardíacas. El beso obsceno y marrano. Un buen amante sabe discernir en qué momento justo el beso debe ser casto o debe ser libidinoso.
La boca es la parte más móvil del cuerpo y un beso apasionado activa nada menos que 34 músculos mientras que un beso en la mejilla sólo activa doce músculos faciales. A su vez, estudios médicos afirman que un beso apasionado provoca la subida de la presión sanguínea y el pulso se acelera pudiendo llegar hasta 150 pulsaciones, como consecuencia de la liberación de adrenalina.
BESOS CLITORIDIANOS
Anda que no molan los besitos ahí abajo. Puede que os resulte extraño que estén en una clasificación como ésta, pero es que nadie le da demasiada importancia a los besos en el clítoris. Y no sabéis lo mucho, demasiado, que nos gusta. Besar el clítoris con los labios, sin lengua o sólo con la puntita de ésta, leve y tímida, es como una buena escena de una película erótica. Sabes que puede haber más, pero es tan excitante ese momento que probablemente se alcance el orgasmo sólo con esto. Y esto, al fin y al cabo, es el tacto.
Y es en este apartado cuando me viene a la cabeza una frase de Woody Allen: "El sexo sólo es guarro si se hace bien".
SUSURROS AL OÍDO
¿Y qué me decís de esos susurros en el oído? Las palabras son una herramienta eficaz para hacer vibrar a aquél con quien te introduzcas en la cama para disfrutar del sexo. Si se trata de tu pareja, a la mayoría de chicas les excita que les digan cosas bonitas como “te quiero” o “qué guapa eres”. Utilizar vocablos de este estilo para los chicos, también sirve para que alcancen mayor grado de excitación. Sin embargo, ellos apuestan más por palabras un tanto más fuertes, tales como “cómo me pones” o “te haría de todo”.
Si se trata de un encuentro esporádico y, por lo tanto, explota la chispa de la atracción y el deseo, lo mejor para excitarle tanto a él como a ella, son las palabras llenas de erotismo, palabras fuertes.
En lo que nunca hay que caer es en decir palabras que puedan herir al otro, o bien, hacerle sentir incómodo. En un principio, hay que cerciorarse de que la otra persona va a recibir bien lo que le digamos y le va a provocar un aumento de la temperatura corporal.
ESCOGE BIEN LA MÚSICA
Aunque la música no es imprescindible en el acto sexual, también juega un papel importante en el sexo. Y es que no sólo se puede excitar a través de las palabras, sino también a través de la música. Una música relajante (con tono suave) en un ambiente adecuado creará una situación perfecta para disfrutar y no pensar en nada más que en vivir el momento. Si a las caricias se le añaden las palabras adecuadas, los encuentros posiblemente algo satisfactorios para ambos. Simplemente hay que encontrar los vocablos con los que ambos se encuentren a gusto.
UNA MIRADA INTENSA
Al igual que no debéis obsesionaros con el maquillaje, tampoco quiero que lo hagáis con mirar fijamente durante unos segundos específicos, usar el viejo truco de la mirada caída o entrecerrar los ojos cual felina en celo. Cualquier cosa que hagáis siguiendo unos patrones será infiel a vuestra personalidad. El contacto visual sucede a menudo, cada día, en cualquier lugar, pero una conexión real sucede cuando menos te lo esperas.
Así que atrévete a mirar, con la cara lavada o con rimmel, observa cuantos segundos necesites para saber que quieres saltar esa primera barrera establecida. Si te devuelve la mirada, si ves que mira a tu entrecejo con los ojos entreabiertos, atrévete a aprovechar ese primer paso ya establecido que nos regalan nuestros ojos.
Mirar a los ojos fijamente es una de las directrices que nos indica si desestimar o no la idea de acercarnos a esa persona de la que gracias al primer contacto visual queremos saber más. Para las que no sabemos de hipnosis, uno de los trucos para mantener la mirada y que la otra persona note que estamos interesadas en conocerla es mirar al área que hay encima del puente de la nariz, entre los ojos.
Así que ya sabéis, todo es cuestión de practicarlo.